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Blog Vive Sano

Helicobacter Pylori | Entérate el manejo dietético en caso de úlceras y de gastritis

2018-02-09

¿Qué es el Helicobacer pylori?

La bacteria “Helicobacter pylori” es la principal causa de la aparición de úlceras gastroduodenales y de cáncer gástrico. Un equipo de investigadores italianos y estadounidenses, ha conseguido desvelar el mecanismo molecular por el cual esta bacteria debilita los puntos de unión de las células situadas en la pared del estómago. Este se inicia en el momento en que la bacteria se adhiere a esas células y comienza a inyectarles una proteína denominada “CagA”, que produce una ruptura celular. Este proceso origina cambios en la forma de la célula, así como un debilitamiento en su impermeabilidad, irritación y la aparición de heridas.

Cientos de millones de bacterias “H. pylori”, capaces de sobrevivir en un entorno extremadamente ácido, invaden las paredes gástricas contribuyendo a la aparición de úlcera péptica y cáncer gástrico. Aproximadamente la mitad de la población mundial es portadora de esta bacteria patógena, una de las más comunes entre los humanos. Se estima que, al menos, hay 370 cepas diferentes de la “H. pylori”, que proceden de otras ancestrales que surgieron en el continente africano, así como en Asia.

Síntomas del Helicobacter Pylori

La Helicobacter pylori es la bacteria responsable de la mayoría de úlceras y de la gastritis crónica. Por sus características espirales, debilita la capa protectora e infecta el mucus del epitelio del estómago y la primera parte del intestino delgado (duodeno). Vive exclusivamente en el estómago humano y es el único organismo conocido que puede sobrevivir en condiciones tan ácidas. Los datos epidemiológicos disponibles señalan que aproximadamente la mitad de la población mundial está infectada por H. pylori, que se suele contraer durante la edad infantil.

Vivir en un país en desarrollo o bajo condiciones de salubridad se considera un factor importante a la hora de contraer la infección. Muchos individuos portadores de la bacteria no presentan ningún síntoma ni llegan a desarrollar nunca la enfermedad. Parece ser que para que esto ocurra deben coincidir algunos otros factores, entre los que se encuentra la respuesta inmunitaria deficiente en los intestinos.

Otros factores de riesgo para contraer Helicobacter

Ciertos hábitos del estilo de vida considerados de riesgo pueden alterar la posibilidad de presentar algún tipo de cáncer. Padecer infección por Helicobacter pylori, ser varón, de edad avanzada, pertenecer a algún grupo étnico determinado, llevar una dieta rica en sal y alimentos ahumados y pobre en frutas y vegetales, sufrir un estrés continuo, consumir tabaco, ser obeso, tener anemia perniciosa -causada por la carencia de factor intrínseco necesario para absorber la vitamina B12 del tracto gastrointestinal-, algunos trastornos genéticos como la poliposis gástrica o tener un progenitor o hermano que hayan padecido cáncer gástrico, entre otros, son algunos factores relacionados con la enfermedad.

A pesar de todos estos factores existentes, la infección por H. pylori parece ser la principal causa del cáncer de estómago, sobre todo si afecta a la parte inferior de la cavidad. Una infección de larga duración puede provocar inflamación crónica (gastritis atrófica crónica) e inducir lesiones precancerígenas en el revestimiento interno de la cavidad. Datos disponibles señalan a los varones alrededor de los 50 años como población con más riesgo de presentar cáncer de estómago. En los grupos de población de 60, 70 y 80 años son en los que se encuentra el mayor número de diagnosticados.

Tratamiento para Helicobacter pylori

Se puede combatir con un tratamiento en el que figuren dos antibióticos y un antisecretor. Si usted tiene síntomas de una úlcera péptica, el médico le hará pruebas de sangre, aliento o heces para ver si contiene H. pylori. El mejor tratamiento es una combinación de antibióticos y medicamentos que reducen el ácido estomacal (llamados antiácidos). Usted tendrá que hacerse otra prueba después del tratamiento, para asegurarse de que la infección haya desaparecido.

¿Cómo detectar si tengo Helicobacter pylori?

La Helicobacter pylori (H. pylori) es la bacteria (microbio) responsable de causar la mayoría de las úlceras duodenales y estomacales y muchos casos de inflamación del estómago (gastritis crónica).

Pruebas y exámenes para detectar H. pylori

Hay varios métodos para analizar la infección por H. pylori.

  1. Prueba del aliento (prueba del aliento con urea [PAU] marcada con un isótopo de carbono)
  2. Exámenes de sangre
  3. Examen coprológico
  4. Biopsia

Dieta para la gastritis

¿Qué alimentos no debo comer si tengo gastritis?

La dieta varía en función de la persona y de la evolución de la enfermedad.

Gastritis aguda asociada a nauseas y vómitos

Si aparecen vómitos debemos asegurar un adecuado aporte de líquidos para evitar la deshidratación.

Tras el vómito inicial, se recomienda esperar 1 ó 2 horas antes de ingerir líquido alguno. Transcurrido ese tiempo, tomar líquidos a pequeños sorbos cada 15 ó 30 minutos: Jugos diluidos, caldo poco concentrado, infusiones suaves, suero casero o de farmacia, bebidas isotónicas. Es preferible no dar leche ya que puede inducir al vómito. Por el contrario las bebidas carbonatadas desgasificadas ayudan a calmar las molestias digestivas.

A medida que los vómitos cesan se puede empezar a tomar alimentos sólidos, repartidos en cinco o seis ingestas de pequeño volumen para evitar sobrecargar el estómago y mejorar las molestias digestivas, descansado entre toma y toma pero sin acostarse de inmediato. Suelen tolerarse mejor los alimentos secos: tostadas, galletas sencillas… y los de consistencia pastosa, poco condimentados y no excesivamente aromáticos: purés, cremas, arroz y papas cocidas, flan, gelatinas, compotas…(templados, desprenden menos olor y provocan menos nauseas).

Se recomienda comer lentamente, masticando bien, en ambiente relajado, tranquilo y seguir tomando líquidos pero mejor entre horas, fuera de las principales comidas.

Si no hay vómitos en 6 horas, se podrá iniciar una alimentación regular durante las siguientes 24 horas, pero si no es así, lo mejor es suspender la alimentación y acudir al médico.

Gastritis crónica de evolución favorable

El tratamiento dietético es similar al de la úlcera péptica

Recomendaciones nutricionales generales

  • Llevar a cabo una alimentación lo más variada posible, excluyendo tan sólo temporalmente aquellos alimentos que crean molestias y los que aumentan la acidez o irritan la mucosa gástrica. No limite su dieta más de lo necesario.
  • Distribuir la alimentación en tres o cuatro tomas (desayuno, comida, merienda y cena). Se puede incluir una colación a media mañana, según horarios y costumbre.
  • No hacer comidas abundantes; pesadas o copiosas, comer lentamente y masticar bien.
  • No comer alimentos sólidos justo antes de ir a la cama (fermentan en el estómago y producen molestias).
  • No es aconsejable la toma frecuente de leche.
  • Preferir alimentos jugosos que apenas precisan grasa ni cocción prolongada.
  • Probar la tolerancia frente a los alimentos ricos en fibra (verduras cocidas enteras, ensaladas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y frutas secas…).
  • Excluir los alimentos muy salados o condimentados y las conservas en escabeche.
  • Sustituir el café, el descafeinado y el té (estimulan la secrección gástrica), por achicoria, malta o infusiones suaves (romero, salvia, manzanilla, etc.).
  • No tomar bebidas gaseosas.
  • No consumir cantidades excesivas de azúcar.
  • En algunas personas que padecen acidez los derivados del tomate (salsas) y el jugo de cítricos pueden causarles molestias.
  • Evitar los alimentos muy calientes o muy fríos ya que provocan irritación.
  • Progresivamente incluir alimentos nuevos hasta llegar a una alimentación normal y de acuerdo a las indicaciones de dieta saludable y equilibrada.

Alimentos aconsejados

  • Leche y lácteos: No se recomienda la toma frecuente de leche, ya que crea acidez a las 2 ó 3 horas tras su ingesta. Es preferible consumir leche (total o parcialmente descremada) u otros lácteos poco grasos (queso fresco, yogur light).
  • Carnes, pescado, huevos y sus derivados: Carnes con poca grasa, pescado blanco y azul cocinado con poca grasa, huevos revueltos o en tortilla, jamón de pavo.
  • Cereales, papas y menestras: Todos salvo los indicados en “alimentos limitados”. En relación con las menestras, se recomienda combinarlas solo con arroz o papas y verduras, y si aún así no sientan bien, pasarlas por el pasapurés para eliminar los “hollejos” y mejorar su digestibilidad y tolerancia.
  • Verduras y hortalizas: Todas (cocidas enteras y en ensalada), salvo las flatulentas.
  • Frutas: Frescas muy maduras no ácidas, asadas, en compota o en puré.
  • Bebidas: Agua, caldos diluidos y desgrasados e infusiones suaves (salvo las indicadas en alimentos limitados).
  • Grasas: Aceite de oliva y semillas (girasol, maíz, soja…), mantequilla y margarinas vegetales, en crudo se toleran mejor, mayonesa ligera.

Alimentos permitidos (consumo moderado y ocasional)

  • Leche y lácteos: Leche entera, quesos semigrasos, batidos y postres lácteos tipo flan, arroz con leche.
  • Carnes semigrasas, jamón york y serrano magros.
  • Cereales: Cereales integrales y muesli (con frutos/as secas), según tolerancia individual.
  • Bebidas: Jugos comerciales no ácidos, fruta en almíbar.
  • Otros productos: Mermeladas, pastelería y repostería sencillas, gelatina de frutas y mayonesa convencional en pequeña cantidad.

Alimentos limitados (consumir de forma esporádica o en pequeñas cantidades)

  • Leche y lácteos: Leche condensada, quesos fuertes (grasos, muy maduros o fermentados), lácteos con grasa o enriquecidos con grasa (tipo yogur griego) y los que llevan chocolate.
  • Carnes grasas, fibrosas, carne cocida dos veces o muy condimentada, embutidos grasos y vísceras, huevos duros, pescados en escabeche.
  • Cereales: Pan fresco recién horneado tipo baguette (fermenta en el estómago y crea molestias), galletas rellenas o bañadas con soluciones azucaradas o chocolate, etc.
  • Legumbres: Evitar las cocinadas enteras y con ingredientes grasos de origen animal (chorizo, morcilla, tocino, etc.).
  • Verduras: Evitar las flatulentas (col, coliflor, repollo, coles de Bruselas, alcachofas, cebolla y pimiento en crudo, etc.), aunque depende de la persona, ya que lo que a unos sienta bien a otros no y viceversa.
  • Frutas: Fruta no madura y cruda, frutas ácidas, fruta en almíbar, frutas desecadas, frutas confitadas.
  • Bebidas: Café, descafeinado y té, bebidas con extractos de café, bebidas con chocolate, bebidas con gas y todas las bebidas alcohólicas (irritan la mucosa gástrica y aumentan la acidez).
  • Grasas: manteca y tocino.
  • Otros productos: Extractos para sopas en cubitos, caldos concentrados, miel, snacks fritos, pastelería y repostería, chocolate, frutos secos, salsas picantes, helados (el contraste de temperaturas frío-caliente, irrita la mucosa digestiva).

La información proporcionada en este sitio sirve para apoyar y no para reemplazar la relación entre un paciente y su médico o nutricionista.

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Fuentes: Medline Plus, Eroski

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