Un estilo de vida saludable
Nunca hemos tenido tanta cantidad y variedad de alimentos a nuestro alcance y tanta información sobre los nutrientes y sus beneficios para la salud, sin embargo, comemos peor.
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Esa es nuestra gran paradoja cotidiana. Nos rodean las ofertas de comida de dudosa calidad nutricional y no hay espacio ni tiempo para un estilo de vida activo con el que gastar lo que ingerimos.
Además de la preferencia por los alimentos grasos y azucarados, el ritmo actual y las exigencias cotidianas nos quitan tiempo y ganas de cocinar. Ciertas comidas ricas en grasas, o en sal, nos terminan por convencer ante el cansancio, el apuro o la pereza. Comer sano requiere planificación, conocimientos, tiempo y voluntad. Por eso es fundamental promover la educación, para que los consumidores elijamos mejor y tomemos decisiones informadas.
¿Cómo llevar un estilo de vida saludable?
Aquí algunas recomendaciones claves para llevar una vida sana:
Para mantener el equilibrio alimentario en las comidas principales es necesario llevar una alimentación saludable que permita que nuestro organismo funcione de manera óptima y evite que aparezcan enfermedades relacionadas con la alimentación. Comer sano implica potenciar el equilibrio dietético de las comidas principales, comida y cena.
Una alimentación equilibrada debería contener verduras crudas o cocidas, alimentos proteicos magros (carne, pescado o huevos) y una cantidad moderada de alimentos feculentos (pan, pasta, cereales y legumbres).
Es importante también evitar el exceso de azúcares y alimentos ricos en azúcares debido a que están directamente relacionados a la prevalencia de obesidad. El desequilibrio energético provocado por un descenso de la actividad física y un aumento del consumo energético son la base de este problema.
En ese sentido, el exceso de azúcares en nuestra dieta puede promover un exceso del consumo energético. Por eso es fundamental evitar el exceso de azúcar en la dieta, así como el consumo frecuente y regular de bebidas azucaradas y el abuso de alimentos ricos en azúcar, como la pastelería y los dulces.
El descanso nocturno también es fundamental para que el organismo se recupere del estrés que sufre en el día a día y para que el funcionamiento del organismo sea óptimo. Se debe procurar siempre tener un buen descanso, tanto en cantidad de horas como en calidad.
Respecto al ejercicio físico, todo cuenta, desde subir escaleras hasta hacer algún tipo de movimiento fácil en casa. Toda actividad que implique un ejercicio más intenso de lo normal va a sumar a una buena salud. Siempre es recomendable practicar deporte regularmente, pero se debe complementar con actividades que mantengan el cuerpo activo el resto del día.
Otros dos factores claves son mantenerse bien hidratado, teniendo en cuenta que la bebida principal de consumo debe ser el agua y programar actividades al aire libre de manera regular, donde podamos disfrutar del sol y de aire fresco. Si seguimos estos consejos para una vida sana, mejorando nuestra alimentación, el sueño y la práctica de ejercicio, podremos disfrutar de una vida más sana.
La información proporcionada en este sitio sirve para apoyar y no para reemplazar la relación entre un paciente y su médico o nutricionista.
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